lunes, 17 de junio de 2013

Stop parásitos (I): protege a tu mascota de chupasangres y excavadores

Utilizar antiparasitarios reduce el riesgo de contagio
Los parásitos externos son aquellos que viven en la superficie del cuerpo de nuestras mascotas o atacan sus tejidos externos. Además de ocasionar molestas picaduras, su peligro añadido lo encontramos en la posibilidad de transmitir enfermedades graves a nuestros perros y gatos. Por tanto siempre es conveniente inspeccionar a nuestros animales regularmente y adoptar medidas preventivas y de choque ante su detección como las pipetas antiparásitos (cuya efectividad se prolonga durante un mes y es de fácil aplicación) y los collares repelentes (cuya duración puede ser de hasta seis meses aunque con un grado de eficacia algo inferior). Los parásitos externos más comunes son:


Pulgas: Las pulgas son pequeños parásitos de color café oscuro que habitan entre el pelaje del perro y otros animales. Son tan pequeñas y rápidas que es difícil detectarlas, pero es fácil detectar su excremento. Se desarrollan en climas cálidos y húmedos, por lo que pueden representar un problema estacional o permanente, según cuál sea el clima en el que vivimos. Las pulgas chupan la sangre del perro y, al hacer esto, pueden transmitirle enfermedades contagiosas, producir reacciones alérgicas.


Existen numerosos productos que las matan, pero es muy importante utilizar sustancias que tengan un largo periodo de actividad, que no sean perjudiciales para el perro o gato y que, además de a las pulgas adultas, eliminen a las formas inmaduras, pues sólo 5 de cada 100 pulgas se encuentran en estado adulto.

Inspeccionar nuestra mascota nos ayudará a detectar parásitos

Garrapatas: Las garrapatas son parásitos que se establecen en las mascotas y son relativamente grandes y fáciles de ver o detectar. Sin embargo, no es tan fácil eliminar a las garrapatas porque también pueden estar presentes "escondidas" en muebles, mantas, jardines, árboles, etc. Las garrapatas son peligrosas porque pueden transmitir enfermedades muy serias como babesiosis, ehrlichiosis y la enfermedad de Lyme, las cuales también pueden contagiarse a seres humanos. También pueden causar anemia cuando el perro está infestado masivamente.


Ácaros: Los ácaros son parásitos microscópicos que se establecen sobre la piel del animal y producen sarna. Existen varios tipos de sarna, más o menos graves, según el tipo de ácaro, requiriendo la visita urgente al veterinario ya que la enfermedad puede contagiarse a otros animales o al ser humano. Este parásito causa irritación de la piel, pérdida de pelo y costras. Si la enfermedad no es tratada, puede producir otros trastornos orgánicos y el perro puede llegar a morir.


Mosquitos: La enfermedad del gusano del corazón (dirofilariosis) y la leishmaniosis, que puede afectar a las personas, son transmitidas mediante la picadura de diversas especies de dípteros. Para evitar este tipo de contagios, lo mejor es utilizar repelentes de insectos de alta duración.


Como cualquier tratamiento médico para nuestras mascotas, el tratamiento de los parásitos externos debe ser llevado a cabo y/o recomendado por el veterinario. Aún cuando existen muchos antiparasitarios de libre distribución comercial, es recomendable que sea el veterinario quien decida cuál es el tratamiento a seguir en cada caso. 


Clínica Veterinaria Pets Almería
Tlf: 950 14 34 56

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